Un encuentro entre dos pianistas de mundos sonoros tan diferentes como la música clásica y el jazz puede enfatizar las diferencias tanto como los puntos de contacto. Nos parecÃa natural, ante todo como amigos como somos, buscar la manera de inspirarnos, gracias a la genialidad de autores más o menos lejanos en el tiempo, pero seguro que para nosotros son pasiones compartidas. AsÃ, los preludios de Chopin, las canciones populares napolitanas, los estándares del jazz, las piezas del ballet de la Cenicienta de Prokofiev se convirtieron en los materiales con los que el brÃo subterráneo del jazz influyó en Horacio mientras que el rigor de lo clásico lo hizo con Fausto. En un crisol continuo de categorÃas temporales, Chopin ya es un gran músico de jazz, y los estándares del jazz pueden pertenecer al repertorio del siglo anterior. Ponlo en perspectiva tocándolo, sabiendo que la musicalidad simplemente vivirá en cualquier género en el futuro.